6. —¡El enemigo y adversario es este malvado Amam! —respondió Ester.Al oír esto, Amam se quedó paralizado de miedo ante el rey y la reina.
7. Asuero se levantó lleno de ira y, abandonando la sala donde estaban celebrando el banquete, salió al jardín del palacio. Pero Amam, al darse cuenta de que el rey había decidido condenarlo a muerte, se quedó en la sala para rogar a la reina Ester que le salvara la vida.
10. Y así Amam fue colgado en la misma horca que había preparado para Mardoqueo. Con eso se calmó la ira del rey.