15. Como ya sabes, todos los de la provincia de Asia me abandonaron; entre ellos, Figelo y Hermógenes.
16. Que el Señor tenga misericordia de la familia de Onesíforo, porque él muchas veces me trajo alivio y no se avergonzó de que yo estuviera preso.
17. Al contrario, apenas llegó a Roma se puso a buscarme sin descanso, hasta que me encontró.
18. Que el Señor le permita encontrar su misericordia en aquel día. Tú ya sabes muy bien cuánto nos ayudó en Éfeso.