13. Un mensajero fue a decirle a David que los israelitas estaban haciéndose partidarios de Absalón.
14. Entonces David ordenó a todos los oficiales que estaban con él en Jerusalén:—¡Huyamos ahora mismo o no podremos escapar de Absalón! ¡Vamos, dense prisa, no sea que nos alcance y nos cause mucho daño y mate a filo de espada a todos en la ciudad!
15. Y ellos respondieron al rey:—Nosotros estamos dispuestos a hacer lo que Su Majestad ordene.
16. Así pues, el rey salió acompañado de toda la casa real, dejando sólo a diez de sus concubinas para que cuidaran del palacio.