1. En cierta ocasión, durante la primavera, que es cuando los reyes acostumbran salir a campaña, David envió a Joab y a sus oficiales, con todo el ejército israelita, y destruyeron a los amonitas y sitiaron la ciudad de Rabá. David, sin embargo, se quedó en Jerusalén.
5. La mujer quedó embarazada, y así se lo hizo saber a David.
6. Entonces David ordenó a Joab que mandara traer a Urías el hitita, y así lo hizo Joab.
7. Y cuando Urías se presentó ante David, éste le preguntó cómo estaban Joab y el ejército, y qué noticias había de la guerra.
8. Después le ordenó que se fuera a su casa y se lavara los pies.En cuanto Urías salió del palacio real, el rey le envió comida especial como regalo;
9. pero Urías, en lugar de ir a su casa, pasó la noche a las puertas del palacio, con los soldados de la guardia real.
10. Cuando le contaron a David que Urías no había ido a su casa, David le preguntó:—¿Por qué no fuiste a tu casa, después del viaje que has hecho?
11. Y Urías le respondió:—Tanto el arca sagrada como los soldados de Israel y de Judá tienen como techo simples enramadas; igualmente Joab, mi jefe, y los oficiales de Su Majestad, duermen a campo abierto; ¿y yo habría de entrar en mi casa para comer y beber y acostarme con mi mujer? ¡Por vida de Su Majestad que yo no haré tal cosa!
12. Pero David le ordenó:—Quédate hoy todavía, y mañana dejaré que te vayas.Y así Urías se quedó en Jerusalén hasta el día siguiente.