3. los jefes amonitas le dijeron a Hanún, su soberano: «¿Y cree Su Majestad que David ha enviado esos hombres a dar el pésame, tan sólo para honrar al padre de Su Majestad? ¡Seguramente los ha enviado para inspeccionar y espiar la ciudad, y luego destruirla!»
4. Entonces Hanún ordenó que apresaran a los oficiales de David, y que les afeitaran media barba y les rasgaran la ropa por la mitad, hasta las nalgas. Después los despidió.
5. Cuando David lo supo, mandó que fueran a recibirlos, porque estarían sumamente avergonzados, y que les ordenaran quedarse en Jericó hasta que les creciera la barba, y que entonces regresaran.
6. Los amonitas comprendieron que se habían hecho odiosos a David, por lo que tomaron a sueldo a veinte mil soldados sirios de Bet-rehob y de Sobá, al rey de Maacá con mil hombres, y a doce mil hombres de Is-tob.
7. Pero David lo supo y mandó a Joab con todos los soldados del ejército.
8. Los amonitas avanzaron y se prepararon para la batalla a la entrada misma de la ciudad, mientras que los soldados sirios de Sobá y Rehob, y las tropas de Is-tob y Maacá, tomaron posiciones en el campo.
9. Cuando Joab vio que iba a ser atacado por el frente y por la retaguardia, escogió los mejores soldados israelitas y se preparó para atacar a los sirios.
10. Luego puso el resto de la tropa bajo el mando de su hermano Abisai, para que éste hiciera frente a los amonitas,
11. y le dijo: «Si los sirios pueden más que yo, tú vendrás a ayudarme, y si los amonitas pueden más que tú, iré a ayudarte yo.
12. Ten ánimo, y luchemos con valor por nuestra nación y por las ciudades de nuestro Dios. ¡Y que el Señor haga lo que le parezca mejor!»