1. El anciano saluda a la comunidad escogida por Dios y a los que pertenecen a ella. Los amo de veras, y no sólo yo, sino también todos los que han conocido la verdad.
2. Los amo a ustedes por causa de la verdad que tenemos en nuestro corazón y que estará con nosotros para siempre.
3. Que Dios el Padre, y Jesucristo, Hijo del Padre, derramen su gracia sobre ustedes y les den misericordia y paz, en verdad y en amor.
4. Me he alegrado mucho de encontrar a algunos de los tuyos viviendo conforme a la verdad, como Dios el Padre nos ha mandado.
5. Ahora, queridos hermanos, les ruego que nos amemos los unos a los otros. Esto que les escribo no es un mandamiento nuevo, sino el mismo que recibimos desde el principio.
6. El amor consiste en vivir según los mandamientos de Dios, y el mandamiento, como ya lo han oído ustedes desde el principio, es que vivan en el amor.