4-5. Cuando David, que estaba en el desierto, supo que Nabal se encontraba en Carmel trasquilando sus ovejas, envió a diez de sus criados con la orden de saludar a Nabal de su parte
31. no tendrá usted el pesar ni el remordimiento de haber derramado sangre inocente ni de haberse hecho justicia por su propia mano. Y cuando el Señor le dé a usted prosperidad, acuérdese de esta servidora suya.
32. David le respondió:—Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que te envió hoy a mi encuentro,
33. y bendita seas tú por tu buen juicio, porque hoy has evitado que yo llegue a derramar sangre y a hacerme justicia por mi propia mano.
34. Pero te juro por el Señor, el Dios de Israel, que ha evitado que yo te haga daño, que si no te hubieras dado prisa en venir a mi encuentro, mañana no le quedaría a Nabal ni un solo varón vivo.
35. Luego David recibió de manos de ella lo que le había llevado, y le dijo:—Puedes irte tranquila a tu casa. Como ves, he atendido a tus razones y te he concedido lo que me pediste.
36. Cuando Abigail volvió a donde estaba Nabal, vio que éste se hallaba celebrando en su casa un banquete digno de un rey. Estaba muy contento y completamente borracho. Por eso, ella no le dijo nada hasta el otro día.
37. A la mañana siguiente, cuando ya se le había pasado la borrachera a Nabal, Abigail le explicó claramente lo ocurrido, y Nabal sufrió un ataque repentino que lo dejó paralizado.
38. Diez días después, el Señor lo hirió de nuevo, y Nabal murió.
39. Cuando David supo que Nabal había muerto, dijo:—¡Bendito sea el Señor, que me ha vengado de la ofensa que me hizo Nabal! ¡Me ha librado de hacer lo malo, y ha hecho recaer la maldad de Nabal sobre Nabal mismo!Después David envió a Abigail una proposición de matrimonio.
40. Y cuando los criados de David llegaron a Carmel para hablar con ella, le dijeron:—David nos ha enviado por usted, porque quiere hacerla su esposa.
41. Abigail se inclinó hasta el suelo, en actitud de reverencia, y contestó:—Yo soy una simple servidora de David, dispuesta a lavar los pies de sus esclavos, si él así me lo ordena.
42. Después de haber dicho esto, se preparó rápidamente y, acompañada por cinco criadas, montó en un asno y se puso en camino tras los enviados de David, y se casó con él.