22. El Señor atendió a los ruegos de Elías, e hizo que el niño reviviera.
23. Inmediatamente Elías tomó al niño, lo bajó de su cuarto a la planta baja de la casa y lo entregó a su madre, diciéndole:—¡Mira, tu hijo está vivo!
24. Y la mujer le respondió:—Ahora sé que realmente eres un hombre de Dios, y que lo que dices es la verdad del Señor.