1. Cuando alguno de ustedes tiene un pleito con otro, ¿por qué va a pedir justicia a los jueces paganos, en vez de pedírsela a los del pueblo santo?
2. ¿Acaso no saben ustedes que el pueblo santo ha de juzgar al mundo? Y si ustedes han de juzgar al mundo, ¿cómo no son capaces de juzgar estos asuntos tan pequeños?
3. ¿No saben que incluso a los ángeles habremos de juzgarlos nosotros? ¡Pues con mayor razón los asuntos de esta vida!