9. y luego síguelas a donde veas que los segadores están trabajando. Ya he ordenado a mis criados que nadie te moleste. Cuando tengas sed, ve a donde están las vasijas del agua y toma de la que ellos sacan.
10. Rut, inclinándose hasta el suelo en señal de respeto, le preguntó a Booz:–¿Por qué te has fijado en mí y eres tan amable conmigo, siendo yo una extranjera?
11. Booz respondió:–Sé muy bien todo lo que has hecho por tu suegra desde que murió tu marido, y también sé que dejaste a tus padres y tu patria por venir a vivir con nosotros, que éramos gente desconocida para ti.
12. ¡Que Dios te lo pague! ¡Que el Señor y Dios de Israel, en quien has buscado amparo, te premie por todo lo que has hecho!
13. Ella le contestó:–Eres muy amable conmigo, y tus palabras me llenan de aliento. Me has hablado con cariño, aunque yo ni siquiera soy como una de tus criadas.
14. A la hora de comer, Booz llamó a Rut y le dijo:–Ven acá, toma un pedazo de pan y mójalo en esta salsa de vinagre.Rut se sentó junto a los segadores, y Booz le dio grano tostado. Ella comió hasta quedar satisfecha, y todavía le sobró.
15. Luego, cuando fue otra vez a recoger espigas, Booz ordenó a sus criados:–Dejad que también recoja espigas entre los manojos de cebada. No se lo impidáis.
16. Y aun dejad caer algunas espigas de vuestros propios manojos, para que ella las recoja. ¡Que nadie la moleste!
17. Rut recogió espigas en el campo de Booz hasta que llegó la noche. Y lo recogido por ella dio, al desgranarlo, más de veinte kilos de cebada.
18. Regresó entonces a la ciudad, cargada con el grano, y fue a mostrárselo a su suegra. Después sacó lo que le había sobrado de la comida y se lo dio a Noemí.
19. –¿Dónde trabajaste hoy? –le preguntó Noemí–. ¿Dónde recogiste tantas espigas? ¡Bendito sea el que te ha ayudado de esa manera!Rut contó a su suegra con quién había estado trabajando.–El hombre con quien he trabajado se llama Booz –le dijo.
20. Noemí le contestó:–¡Que el Señor le bendiga! Él ha sido bondadoso con nosotras ahora, como antes lo fue con los que ya han muerto. Ese hombre es pariente cercano nuestro, y por eso es uno de los que tienen el deber de protegernos.
21. Rut añadió:–También me dijo que siga trabajando con sus criadas hasta que se termine la siega.
22. Entonces Noemí respondió a su nuera:–Hija mía, me parece bien que te quedes con sus criadas y que no vayas a ningún otro campo, para que nadie te moleste.
23. Rut siguió, pues, recogiendo espigas con las criadas de Booz hasta que se terminó la siega de la cebada y el trigo. Mientras tanto, vivía en compañía de su suegra.