35. El hombre bueno dice cosas buenas porque el bien está en él, y el hombre malo dice cosas malas porque el mal está en él.
36. Y yo os digo que en el día del juicio todos tendrán que dar cuenta de cualquier palabra inútil que hayan pronunciado.
37. Pues por tus palabras serás juzgado, y por tus palabras serás declarado inocente o culpable.”
38. Algunos de los fariseos y maestros de la ley dijeron entonces a Jesús:–Maestro, queremos verte hacer alguna señal milagrosa.