10. donde había un hombre que tenía una mano tullida; y unos que andaban buscando pretextos para acusar a Jesús, le preguntaron:–¿Está permitido curar a un enfermo en sábado?
11. Jesús les contestó:–¿Quién de vosotros, si tiene una oveja y se le cae en sábado a un pozo, no va a sacarla?
12. Pues ¡cuánto más vale un hombre que una oveja! Por lo tanto, sí está permitido hacer el bien en sábado.
13. Entonces dijo a aquel hombre:–Extiende la mano.El hombre la extendió, y le quedó tan sana como la otra.
14. Sin embargo, los fariseos, al salir, comenzaron a hacer planes para matar a Jesús.
15. Jesús, al saberlo, se marchó de allí; mucha gente le seguía, y él sanaba a todos los enfermos,
16. pero les ordenaba que no hablaran de él públicamente.
17. Esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el profeta Isaías:
18. “Este es mi siervo, a quien he escogido;mi amado, en quien me deleito.Pondré sobre él mi Espírituy proclamará justicia a las naciones.
19. No disputará ni gritará;nadie oirá su voz en las calles.
20. No romperá la caña quebradani apagará el pábilo que humea,hasta que haga triunfar la justicia.
21. Y las naciones pondrán en él su esperanza.”
22. Llevaron a Jesús un hombre endemoniado, que estaba ciego y mudo, y Jesús le devolvió la vista y el habla.
23. Todos se preguntaban asombrados:–¿Será este el Hijo de David?
24. Al oirlo, los fariseos dijeron:–Beelzebú, el jefe de los demonios, es quien ha dado a este hombre el poder de expulsarlos.
25. Jesús, que sabía lo que estaban pensando, les dijo: “Toda nación dividida en bandos enemigos se destruye a sí misma, y una ciudad o una casa dividida en bandos no puede mantenerse.
26. Por lo tanto, si Satanás expulsa a Satanás, contra sí mismo se ha dividido. ¿Cómo, pues, mantendrá su poder?