25. Pero al cabo de mucho esperar, empezaron a preocuparse al ver que el rey no salía. Entonces tomaron la llave, y al abrir encontraron a su amo tendido en el suelo.
26. Mientras ellos perdían tiempo, Ehud huyó, y después de pasar los ídolos de Guilgal se refugió en Seirat.
27. Cuando llegó a territorio israelita dio un toque de trompeta en los montes de Efraín, para llamar a los israelitas, y todos ellos bajaron de los montes con Ehud a la cabeza.
28. Ehud les dijo que le siguieran, pues el Señor les daría la victoria sobre sus enemigos los moabitas. Entonces ellos le siguieron y tomaron posesión de los vados del Jordán, y no dejaron pasar a nadie.
29. En aquella ocasión mataron a unos diez mil moabitas, todos ellos soldados fuertes y valientes. Ni uno solo escapó con vida.
30. Así fue como los israelitas derrotaron a Moab. Después de esto hubo paz en la región durante ochenta años.
31. El siguiente caudillo fue Samgar, hijo de Anat, que mató a seiscientos filisteos con una aguijada. Samgar también salvó a Israel.