Jueces 18:7-25 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

7. De allí, los cinco espías se fueron a Lais. La gente de esta ciudad vivía confiada, como acostumbraban los sidonios; vivían tranquilos y en paz, sin que nadie los molestara para nada y sin que nada les faltara. Estaban lejos de los sidonios y no tenían relaciones con nadie.

8. Entonces los cinco espías volvieron a Sorá y Estaol, donde estaban sus compañeros, que les preguntaron:–¿Cómo os fue?Ellos respondieron:

9. –Hemos recorrido esa región y encontramos que la tierra es magnífica. ¡En marcha! ¡Vamos a atacarlos! ¡No os quedéis ahí sentados, sin hacer nada! ¡Hay que ir a conquistar esa tierra!

10. Al llegar allá, os vais a encontrar con gente confiada y que tiene mucha tierra, a la que no le falta nada. Dios os dará posesión de ella.

11. Seiscientos hombres de la tribu de Dan salieron de Sorá y de Estaol bien armados,

12. llegaron a Judá y acamparon allí, al oeste de Quiriat-jearim, en el lugar que ahora se llama Campamento de Dan.

13. De allí fueron a los montes de Efraín, y llegaron a la casa de Micaías.

14. Entonces los cinco espías que habían explorado la región de Lais dijeron a sus compañeros:–¿Sabéis una cosa? En esta casa hay un efod y dioses familiares, y un ídolo tallado y recubierto de plata. ¿Qué pensáis hacer?

15. Entonces los espías se apartaron de los demás y fueron a casa del joven levita, es decir, a la casa de Micaías, y le saludaron.

16. Mientras tanto, los seiscientos soldados danitas bien armados esperaban a la puerta.

17. Los cinco espías entraron antes en la casa y tomaron el ídolo tallado y recubierto de plata, y el efod y los dioses familiares, mientras el sacerdote se quedaba a la puerta con los seiscientos soldados.

18. Al ver el sacerdote que los cinco entraban en casa de Micaías y tomaban el ídolo, el efod y los dioses familiares, les dijo:–¿Qué estáis haciendo?

19. Ellos le contestaron:–¡Cállate y ven con nosotros! ¡Queremos que nos sirvas como sacerdote y que seas como un padre para nosotros! ¿No te parece que es mejor ser sacerdote de toda una tribu de Israel, que de la familia de un solo hombre?

20. Esto le gustó al sacerdote, y tomando el ídolo, el efod y los dioses familiares, se fue con los danitas,

21. los cuales se pusieron nuevamente en marcha, con los niños, el ganado y sus posesiones al frente.

22. Ya habían caminado bastante, cuando Micaías y sus vecinos se juntaron y salieron a perseguirlos.

23. Al oir los gritos de los que les perseguían, los danitas se volvieron y preguntaron a Micaías:–¿Qué te pasa? ¿Por qué nos gritas tanto?

24. Micaías les respondió:–Así que os lleváis mis dioses, que yo había hecho, y os lleváis también a mi sacerdote, y me dejáis sin nada, ¿y todavía os atrevéis a preguntarme qué me pasa?

25. Pero los danitas le contestaron:–No nos levantes la voz, no sea que algunos de los nuestros pierdan la paciencia y te ataquen, y acabéis perdiendo la vida tú y tus familiares.

Jueces 18