9. Los amonitas cruzaron el Jordán para pelear también contra las tribus de Judá, Benjamín y Efraín, y los israelitas se vieron en muy grave apuro.
10. Entonces pidieron ayuda al Señor, diciendo: “Dios nuestro, hemos pecado contra ti, pues te hemos abandonado para adorar a falsos dioses.”
11. El Señor les contestó: “Vosotros fuisteis oprimidos por los egipcios, los amorreos, los amonitas, los filisteos,
12. los sidonios, los amalecitas y los madianitas; y cuando clamasteis a mí, yo os salvé.
13. A pesar de eso me habéis abandonado para ir a adorar a otros dioses; así que no volveré a salvaros.
14. ¡Id a pedir ayuda a los dioses que os habéis escogido! ¡Que ellos os salven cuando estéis en apuros!”
15. Entonces los israelitas respondieron al Señor: “Hemos pecado. Haz con nosotros lo que mejor te parezca, pero, ¡por favor, sálvanos ahora!”
16. Y los israelitas se deshicieron de los dioses extranjeros para volver a adorar al Señor, y el Señor ya no pudo soportar que los israelitas siguieran sufriendo.
17. Los amonitas se reunieron y acamparon en Galaad. Los israelitas, por su parte, se reunieron y acamparon en Mispá.
18. Los israelitas que vivían en Galaad, y sus jefes, acordaron entre sí que el que dirigiera la batalla contra los amonitas sería caudillo de todos los habitantes de Galaad.