6. Y aunque Adonisédec huyó, ellos lo persiguieron y lo atraparon, y le cortaron los pulgares de las manos y los dedos gordos de los pies.
7. Entonces él dijo: “Antes yo les corté a setenta reyes los pulgares de las manos y los dedos gordos de los pies, y los tuve recogiendo las sobras debajo de mi mesa. Pero ahora Dios me ha hecho a mí lo mismo que yo les hice a ellos.” Y le llevaron a Jerusalén, donde murió.
8. Los de la tribu de Judá atacaron y tomaron Jerusalén, y después de matar a filo de espada a toda la población, quemaron la ciudad.
9. Luego atacaron a los cananeos que vivían en las montañas, en la región del Négueb y en la llanura.
31-32. Los de la tribu de Aser tampoco pudieron echar de Aco, Sidón, Ahlab, Aczib, Helbá, Afec y Rehob a los cananeos que allí vivían; y como no pudieron echarlos de esas ciudades, se quedaron a vivir entre ellos.
33. Los de la tribu de Neftalí tampoco pudieron echar de Bet-semes y Bet-anat a los cananeos que vivían allí, pero los sometieron a trabajos forzados y se quedaron a vivir entre ellos.
34. Los amorreos rechazaron a los de la tribu de Dan hasta las montañas, y no los dejaron bajar a las llanuras.
35. Y así los amorreos siguieron viviendo en Heres, Aialón y Saalbim. Pero cuando los descendientes de José se hicieron más fuertes, sometieron a los amorreos a trabajos forzados.
36. La frontera de los edomitas iba desde la cuesta de Acrabim hasta Selá, y seguía hacia arriba.