8. Los vecinos y los que otras veces le habían visto pedir limosna se preguntaban:–¿No es este el que se sentaba a pedir limosna?
9. Unos decían:–Sí, es él.Y otros:–No, no es él, aunque se le parece.Pero él decía:–Sí, soy yo.
10. Le preguntaron:–¿Y cómo es que ahora puedes ver?
11. Él contestó:–Ese hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó los ojos y me dijo: ‘Ve al estanque de Siloé y lávate.’ Yo fui, me lavé y comencé a ver.
12. Unos le preguntaron:–¿Dónde está ese hombre?Él respondió:–No lo sé.
15. y ellos le preguntaron cómo era que podía ver. Les contestó:–Me puso lodo sobre los ojos, me lavé y ahora veo.
16. Algunos fariseos dijeron:–El que hizo eso no puede ser de Dios, porque no respeta el sábado.Pero otros decían:–¿Cómo puede alguien, siendo pecador, hacer esas señales milagrosas?De manera que estaban divididos.
17. Volvieron a preguntar al que había sido ciego:–Puesto que te ha dado la vista, ¿qué dices tú de ese hombre?–Yo digo que es un profeta –contestó.