1. El Señor afirma: “¡Ay de los pastores que dejan que mis ovejas se pierdan y dispersen!”
2. El Señor, el Dios de Israel, dice a los pastores que gobiernan a su pueblo: “Vosotros habéis dispersado mis ovejas, las habéis hecho huir y no las habéis cuidado. Pues bien, yo tendré buen cuidado de castigar vuestras malas acciones. Yo, el Señor, lo afirmo.
3. Y yo mismo traeré el resto de mis ovejas de los países a donde las hice huir; las reuniré y las haré volver a sus pastos, para que tengan muchas crías.
4. Les pondré pastores que las cuiden, para que no tengan nada que temer ni falte ninguna de ellas. Yo, el Señor, lo afirmo.”
5. El Señor afirma:“Vendrá un día en que haréque David tenga un descendiente legítimo,un rey que reine con sabiduríay que actúe con justicia y rectitud en el país.
6. Durante su reinado, Judá estará a salvo,y también Israel vivirá seguro.Este es el nombre que le darán:‘El Señor es nuestra victoria.’ ”
28-29. ¡Si un profeta tiene un sueño, que diga que es un sueño; pero si recibe mi palabra, que la anuncie fielmente! No se puede comparar la paja con el trigo. Mi palabra es como el fuego, como un martillo que hace pedazos la roca. Yo, el Señor, lo afirmo.