1. ¡Ay de ti, destructor no destruido,traidor no traicionado!Cuando acabes de destruir, serás destruido;cuando acabes de traicionar, serás traicionado.
2. Señor, ten compasión de nosotros,que esperamos en ti.Sé nuestro apoyo todas las mañanas,nuestra salvación en tiempos de dificultad.
3. Al oir tus amenazas huyen los pueblos,cuando tú intervienes se dispersan las naciones;
4. sus enemigos, como nube de langostas,se lanzan sobre ellos y les quitan sus riquezas.
22-23. Las cuerdas de esas navesno pueden sostener el mástil;la vela no se puede desplegar.Arrebataremos tantas riquezas a los enemigos,que hasta el ciego recibirá su partey los lisiados se dedicarán al saqueo.Porque el Señor es nuestro juez,nuestro legislador y nuestro rey,y él nos salvará.