33. Entonces el Señor le dijo: ‘Descálzate, porque el lugar donde estás es sagrado.
34. He visto claramente cómo sufre mi pueblo en Egipto. Les he oído quejarse y he bajado para librarlos. Ahora ven, que te voy a enviar a Egipto.’
35. “Aunque ellos habían despreciado a Moisés y le habían dicho: ‘¿Quién te ha puesto por jefe y juez?’, Dios, por medio del ángel que se le apareció en la zarza, lo envió como jefe y libertador.
36. Y Moisés sacó de Egipto a nuestros antepasados, e hizo milagros y señales durante cuarenta años en aquella tierra, en el mar Rojo y en el desierto.
37. Moisés dijo a los israelitas: ‘Dios hará que salga de entre vosotros un profeta como yo.’
38. También Moisés estuvo en la asamblea de Israel en el desierto, y con el ángel que le habló en el monte Sinaí, y con nuestros antepasados. Y recibió palabras de vida para pasárnoslas a nosotros.
39. “Pero nuestros antepasados no quisieron obedecerle, sino que le rechazaron y deseaban regresar a Egipto.
40. Dijeron a Aarón: ‘Haznos dioses que nos guíen, porque no sabemos qué ha sido de este Moisés que nos sacó de Egipto.’