38. Entonces, ¿no eres tú aquel egipcio que hace algún tiempo organizó una rebelión y se echó al desierto con cuatro mil guerrilleros?
39. Pablo le dijo:–Yo soy judío, natural de Tarso de Cilicia, ciudadano de una población importante. Pero, por favor, permíteme hablar a la gente.
40. El comandante le dio permiso, y Pablo, de pie en lo alto de la escalinata, con la mano pidió que la gente se callase. Cuando se hizo el silencio, les habló en hebreo diciendo: