Hechos 20:3-22 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

3. donde se quedó tres meses. Ya estaba a punto de embarcar para Siria cuando tuvo conocimiento de que los judíos habían hecho planes contra él; así que decidió regresar por tierra pasando otra vez por Macedonia.

4. Le acompañaron Sópatro, de Berea, hijo de Pirro; Aristarco y Segundo, de Tesalónica; Gayo, de Derbe; Timoteo, y también Tíquico y Trófimo que eran de la provincia de Asia.

5. Estos hermanos se adelantaron y nos esperaron en Tróade.

6. Nosotros, pasados los días en que se come el pan sin levadura, partimos de Filipos en barco y a los cinco días los alcanzamos en Tróade. Allí nos quedamos siete días.

7. El primer día de la semana nos reunimos para partir el pan, y Pablo estuvo hablando a los creyentes. Como tenía que salir al día siguiente, prolongó su discurso hasta la medianoche.

8. Nos hallábamos reunidos en un cuarto del piso alto, donde había muchas lámparas encendidas.

9. Un joven llamado Eutico estaba sentado en la ventana, y como Pablo habló durante largo rato, le entró sueño al muchacho, que al fin, profundamente dormido, cayó desde el tercer piso abajo. Cuando lo levantaron, estaba muerto.

10. Entonces bajó Pablo, se tendió sobre el muchacho y lo rodeó con los brazos. Y dijo a los hermanos:–No os asustéis. Está vivo.

11. Luego Pablo volvió a subir, partió el pan, comió y siguió hablando hasta el amanecer. Entonces se fue.

12. En cuanto al muchacho, se lo llevaron vivo, y esto les animó mucho.

13. Nosotros nos adelantamos y fuimos en barco hasta Aso para recoger a Pablo, según se había convenido, porque él quiso ir por tierra.

14. Nos encontramos, pues, con él en Aso, donde se embarcó con nosotros para ir a Mitilene.

15. Salimos de aquí y al día siguiente pasamos frente a Quío, llegando uno después al puerto de Samos. Viajamos un día más y llegamos a Mileto.

16. Lo hicimos así porque Pablo, para no demorarse mucho en Asia, no quiso hacer escala en Éfeso, pues deseaba llegar pronto a Jerusalén y, a ser posible, estar allí el día de Pentecostés.

17. Hallándose en Mileto, Pablo mandó llamar a los ancianos de la iglesia de Éfeso.

18. Cuando llegaron, les dijo: “Vosotros sabéis cómo me he portado desde el primer día que vine a la provincia de Asia,

19. cómo he estado entre vosotros sirviendo siempre al Señor con toda humildad, con muchas lágrimas y en medio de muchas pruebas que me vinieron por lo que querían hacerme los judíos.

20. Pero no dejé de anunciaros nada que pudiera seros provechoso, ni de enseñaros en público y en privado.

21. A judíos y a no judíos les he dicho que se conviertan a Dios y crean en nuestro Señor Jesús.

22. Y ahora me dirijo a Jerusalén obligado por el Espíritu, sin saber lo que allí me ha de suceder.

Hechos 20