17. para que los demás busquen al Señorjunto con todas las nacionesque han sido consagradas a mi nombre.
18. El Señor, que dio a conocer estas cosasdesde tiempos antiguos,ha dado su palabra.’
19. “Por lo tanto, considero que no se debe imponer la carga de la ley a aquellos que, no siendo judíos, dejan sus antiguas creencias para seguir a Dios.
20. Basta con escribirles que se aparten de todo lo que haya sido contaminado por los ídolos, que eviten toda inmoralidad sexual y que no coman carne de animales estrangulados o ahogados, ni tampoco sangre.
21. Porque desde los tiempos antiguos hay en cada pueblo quienes predican la ley de Moisés, que se lee en las sinagogas todos los sábados.”
22. Los apóstoles y los ancianos, con toda la iglesia, decidieron enviar a algunos de ellos con Pablo y Bernabé a Antioquía. Escogieron a Judas, también llamado Barsabás, y a Silas, que eran hombres de importancia entre los hermanos,
23. y con ellos mandaron la siguiente carta:“Nosotros, los apóstoles y ancianos, hermanos vuestros, saludamos a los hermanos no judíos que viven en Antioquía, Siria y Cilicia.
24. Hemos sabido que algunas personas han ido de aquí sin nuestra autorización, y que os han molestado con sus palabras y os han confundido.
25. Por eso, de común acuerdo, nos ha parecido bien escoger a algunos de entre nosotros para que vayan a veros junto con nuestros muy queridos hermanos Bernabé y Pablo,
26. quienes han puesto sus vidas en peligro por la causa de nuestro Señor Jesucristo.
27. Así que os enviamos a Judas y Silas: ellos hablarán personalmente con vosotros para explicaros todo esto.
28. Pues ha parecido bien al Espíritu Santo y a nosotros no imponeros más cargas que estas indispensables:
29. que no comáis carne de animales ofrecidos en sacrificio a los ídolos, que no comáis sangre ni tampoco carne de animales ahogados, y que evitéis toda inmoralidad sexual. Si os guardáis de estas cosas, actuaréis correctamente. Que os vaya bien.”
30. Ellos, después de despedirse, se dirigieron a Antioquía y, habiendo reunido a la comunidad, les entregaron la carta.
31. Cuando los hermanos la leyeron, se alegraron mucho por el consuelo que les ofrecía.