10. Esto sucedió tres veces y luego todo volvió a subir al cielo.
11. En aquel momento, tres hombres enviados desde Cesarea a buscarme llegaron a la casa donde estábamos.
12. El Espíritu me mandó que, sin dudarlo, fuera con ellos. Y también fueron conmigo estos seis hermanos. Todos entramos en casa de cierto hombre
13. que nos contó cómo en su casa había visto a un ángel que, puesto en pie, le había dicho: ‘Manda a alguien a la ciudad de Jope para hacer venir a Simón, a quien también se conoce como Pedro.
14. Él te dirá cómo puedes salvarte tú y toda tu familia.’
15. Cuando comencé a hablarles, el Espíritu Santo vino sobre ellos, de igual manera que al principio había venido sobre nosotros.
16. Entonces me acordé de lo que había dicho el Señor: ‘Es cierto que Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo.’
17. Pues bien, si Dios les da también a ellos el mismo don que nos ha dado a nosotros que hemos creído en el Señor Jesucristo, ¿quién soy yo para oponerme a Dios?
18. Cuando los hermanos de Jerusalén oyeron estas cosas, se calmaron y alabaron a Dios diciendo:–¡De manera que también a los que no son judíos les ha dado Dios la oportunidad de volverse a él y alcanzar la vida eterna!
19. Después de la muerte de Esteban comenzaron a ser perseguidos los creyentes, por lo que algunos tuvieron que huir a Fenicia, Chipre o Antioquía. Allí anunciaron a los judíos el mensaje del evangelio, pero no a los demás.
20. Sin embargo, algunos creyentes de Chipre y de Cirene llegaron a la ciudad de Antioquía y hablaron también a los no judíos, anunciándoles la buena noticia acerca de Jesús, el Señor.
21. El poder del Señor estaba con ellos, y muchos, dejando sus antiguas creencias, creyeron en el Señor.
22. Cuando los de la iglesia de Jerusalén conocieron esta noticia, mandaron a Bernabé a Antioquía.
23. Al llegar, Bernabé vio cómo Dios los había bendecido, y se alegró mucho. Animó a todos a que con corazón firme siguieran fieles al Señor.
24. Porque Bernabé era un hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe. Y así mucha gente se unió al Señor.
25. Después de esto, Bernabé fue a Tarso en busca de Saulo,