6. porque les dijo:–Escuchad, voy a contaros el sueño que he tenido.
7. Soñé que todos nosotros estábamos en el campo, atando manojos de trigo; de pronto, mi manojo se levantó y quedó derecho, y vuestros manojos se pusieron alrededor del mío hiciéndole reverencias.
8. Entonces sus hermanos contestaron:–¿Quieres decir que tú vas a ser nuestro rey, y que nos vas a dominar?Y le odiaron todavía más por sus sueños y por la forma en que los contaba.
9. Después José tuvo otro sueño, que también contó a sus hermanos. Les dijo:–¿Sabéis que he tenido otro sueño, en el que veía que el sol, la luna y once estrellas me hacían reverencias?
10. Cuando José contó este sueño a su padre y a sus hermanos, su padre le reprendió, diciéndole:–¿Qué significa ese sueño que has tenido? ¿Acaso tu madre, tus hermanos y yo tendremos que inclinarnos delante de ti?
11. Y sus hermanos le tenían envidia; pero su padre pensaba mucho en este asunto.
12. Un día los hermanos de José fueron a Siquem, buscando pastos para las ovejas de su padre.
13. Entonces Israel dijo a José:–Mira, tus hermanos están en Siquem cuidando las ovejas. Quiero que vayas a verlos.–Iré con mucho gusto –contestó José.
14. –Bueno –dijo Israel–, ve y mira cómo están tus hermanos y las ovejas, y regresa luego a traerme noticias.Israel envió a José desde el valle de Hebrón, pero cuando José llegó a Siquem,
15. se perdió por el campo. Entonces un hombre lo encontró, y le preguntó:–¿Qué andas buscando?
16. –Ando buscando a mis hermanos –respondió José–. ¿Podrías decirme dónde están cuidando las ovejas?
17. –Ya se han ido de aquí –dijo el hombre–. Les oí decir que se iban a Dotán.José fue en busca de sus hermanos, y los encontró en Dotán.
18. Ellos le vieron venir de lejos, y antes de que se acercara hicieron planes para matarlo.
19. Se dijeron unos a otros:–¡Mirad, ahí viene el de los sueños!
20. Venid, matémoslo; luego lo echaremos a un pozo y diremos que un animal salvaje se lo comió. ¡Y a ver qué pasa con sus sueños!
21. Cuando Rubén oyó esto, quiso librarle de sus hermanos, y dijo:–No lo matemos.
22. No derraméis sangre. Echadlo a este pozo que está en el desierto, pero no le pongáis la mano encima.Rubén dijo esto porque quería salvar a José y devolvérselo a su padre;