3. menos del árbol que está en medio del jardín. Dios nos ha dicho que no debemos comer ni tocar el fruto de ese árbol, porque si lo hacemos, moriremos.
4. Pero la serpiente dijo a la mujer:–No es cierto. No moriréis.
5. Dios sabe muy bien que cuando comáis del fruto de ese árbol podréis saber lo que es bueno y lo que es malo, y que entonces seréis como Dios.
6. La mujer vio que el fruto del árbol era hermoso, y le dieron ganas de comerlo y de llegar a tener entendimiento. Así que tomó uno de los frutos y se lo comió. Luego le dio a su esposo, y él también comió.
7. En aquel momento se les abrieron los ojos, y los dos se dieron cuenta de que estaban desnudos. Entonces cosieron hojas de higuera y se cubrieron con ellas.
8. El hombre y su mujer oyeron que Dios el Señor andaba por el jardín a la hora en que sopla el viento de la tarde, y corrieron a esconderse de Dios entre los árboles del jardín.
9. Pero Dios el Señor llamó al hombre y le preguntó:–¿Dónde estás?
10. El hombre contestó:–Oí que andabas por el jardín, y tuve miedo porque estoy desnudo. Por eso me escondí.
11. Entonces Dios le preguntó:–¿Y quién te ha dicho que estás desnudo? ¿Acaso has comido del fruto del árbol del que te dije que no comieras?
12. El hombre contestó:–La mujer que me diste por compañera me dio de ese fruto, y yo lo comí.
13. Entonces Dios el Señor preguntó a la mujer:–¿Por qué lo hiciste?Ella respondió:–La serpiente me engañó, y por eso comí del fruto.
14. Entonces Dios el Señor dijo a la serpiente:–Por esto que has hecho, maldita serás entre todos los demás animales. De hoy en adelante andarás arrastrándote, y comerás tierra.
15. Haré que tú y la mujer seáis enemigas, lo mismo que tu descendencia y su descendencia. Su descendencia te aplastará la cabeza, y tú le morderás el talón.
16. A la mujer le dijo:–Aumentaré tus dolores cuando tengas hijos, y con dolor los darás a luz. Pero tu deseo te llevará a tu marido, y él tendrá autoridad sobre ti.