6. Dios le contestó en el sueño: “Yo sé muy bien que lo hiciste de buena fe. Por eso no te dejé tocarla, para que no pecaras contra mí.
7. Pero ahora, devuélvele su esposa a ese hombre, porque él es profeta y rogará por ti para que vivas; pero si no se la devuelves, tú y los tuyos ciertamente moriréis.”
8. Al día siguiente por la mañana, Abimélec se levantó y llamó a sus siervos, y les contó todo lo que había soñado. Al oirlo, tuvieron mucho miedo.
9. Después Abimélec llamó a Abraham y le dijo:–¡Mira lo que nos has hecho! ¿En qué te he ofendido, para que hayas traído un pecado tan grande sobre mí y sobre mi gente? ¡Cosas así no deben hacerse!
10. ¿Qué estabas pensando cuando hiciste todo esto?Así habló Abimélec a Abraham,
11. y Abraham contestó:–Yo pensé que en este lugar no se tenía ningún respeto a Dios, y que me matarían por causa de mi esposa.