1. Entonces me dijo: “Tú, hombre, cómete este escrito y ve luego a hablarle a la nación de Israel.”
2. Abrí la boca y él me hizo comer el escrito.
3. Luego me dijo: “Trágate ahora este escrito que te doy y llena con él tu estómago.”Me lo comí, y me supo tan dulce como la miel.
4. Entonces me dijo: “Ve y comunica al pueblo de Israel lo que tengo que decirle.
5. Yo no te envío a un pueblo que habla una lengua complicada o difícil de entender, sino al pueblo de Israel.
6. No te envío a naciones numerosas que hablan idiomas complicados o difíciles, que no entenderías. Aunque, si yo te enviara a esos pueblos, ellos te harían caso.
7. En cambio, el pueblo de Israel no querrá hacerte caso, porque no quiere hacerme caso a mí. Todo el pueblo de Israel es terco y de cabeza dura.
8. Pero yo voy a hacerte tan obstinado y terco como ellos.
9. Voy a hacerte duro como el diamante, más duro que la piedra. No les tengas miedo ni te asustes ante el gesto de su cara, por muy rebeldes que sean.”