7. mataron también a Parsandata, Dalfón, Aspata,
8. Porata, Adalías, Aridata,
9. Parmasta, Arisai, Aridai y Vaizata,
10. que eran los diez hijos de Amán, el enemigo de los judíos; pero no tocaron sus bienes.
11. Aquel mismo día, al enterarse el rey del número de muertos que había habido en la ciudadela de Susa,
12. dijo a la reina Ester:–Los judíos han matado a quinientos hombres y a los diez hijos de Amán en la ciudadela de Susa. ¿Qué no habrán hecho en las otras provincias del reino? ¡Dime si deseas algo más, y te lo concederé!
13. Ester respondió:–Si a Su Majestad le parece bien, permítase a los judíos de Susa hacer mañana lo mismo que han hecho conforme al decreto; y que se cuelguen en la horca los cuerpos de los diez hijos de Amán.
14. El rey ordenó que se hiciera así. El decreto se publicó en Susa, y los cadáveres de los diez hijos de Amán fueron colgados.
15. Los judíos que vivían en Susa se volvieron a reunir el día catorce del mes de Adar, y mataron allí a trescientos hombres más; pero no tocaron sus bienes.
18. Como los judíos de Susa se habían concentrado los días trece y catorce, descansaron el día quince, celebrándolo también con banquetes y alegría.
19. Por su parte, los judíos que viven en pueblos y aldeas no amuralladas celebran el día catorce del mes de Adar con alegría y fiestas, y unos a otros se hacen regalos.
20. Mardoqueo puso por escrito estos acontecimientos, y envió cartas a todos los judíos que residían en las provincias del reino de Asuero, tanto cercanas como lejanas,
21. ordenándoles que cada año celebrasen los días catorce y quince del mes de Adar
22. como los días en que los judíos se deshicieron de sus enemigos, y como el mes en que la tristeza y los gritos de dolor se cambiaron para ellos en alegría y fiesta. Esos días deberían celebrarse con banquetes y alegría, haciéndose regalos unos a otros y dando limosnas a los pobres.
23. Los judíos convirtieron en costumbre este acontecimiento y lo que Mardoqueo les había escrito.
24. Pues Amán, hijo de Hamedata, el enemigo de todos los judíos, había pensado exterminarlos echando suertes para matarlos y destruirlos;