18. Como los judíos de Susa se habían concentrado los días trece y catorce, descansaron el día quince, celebrándolo también con banquetes y alegría.
19. Por su parte, los judíos que viven en pueblos y aldeas no amuralladas celebran el día catorce del mes de Adar con alegría y fiestas, y unos a otros se hacen regalos.
20. Mardoqueo puso por escrito estos acontecimientos, y envió cartas a todos los judíos que residían en las provincias del reino de Asuero, tanto cercanas como lejanas,
21. ordenándoles que cada año celebrasen los días catorce y quince del mes de Adar
22. como los días en que los judíos se deshicieron de sus enemigos, y como el mes en que la tristeza y los gritos de dolor se cambiaron para ellos en alegría y fiesta. Esos días deberían celebrarse con banquetes y alegría, haciéndose regalos unos a otros y dando limosnas a los pobres.
23. Los judíos convirtieron en costumbre este acontecimiento y lo que Mardoqueo les había escrito.
24. Pues Amán, hijo de Hamedata, el enemigo de todos los judíos, había pensado exterminarlos echando suertes para matarlos y destruirlos;
25. pero cuando Ester se presentó al rey, este ordenó por escrito que todo el mal que Amán había pensado hacer a los judíos cayera sobre él. Por eso, Amán y sus hijos fueron colgados en la horca.
26. Por esta razón, esos días fueron llamados purim, que es el plural de pur. Así pues, conforme a la carta de Mardoqueo y a lo que habían visto y les había tocado vivir,
27. los judíos establecieron esta costumbre para ellos y sus descendientes, y para todos los que se convirtieran al judaísmo: celebrar todos los años, sin falta, estos dos días en la fecha señalada, conforme a las instrucciones que se habían dado;
28. y que estos días fueran recordados y celebrados de generación en generación, en cada clan, provincia y ciudad, para que jamás se perdiera su recuerdo entre los judíos y sus descendientes.
29. La reina Ester, hija de Abihail, y Mardoqueo el judío, escribieron con plena autoridad una segunda carta referente a la fiesta de Purim, para confirmar la primera,
30. y la enviaron a todos los judíos de las ciento veintisiete provincias del reino de Asuero, con palabras amistosas y sinceras,
31. ordenando que se celebrara la fiesta de Purim en la fecha señalada, tal como lo habían ordenado Mardoqueo y la reina Ester para ellos y para sus descendientes. Al mismo tiempo se añadieron ciertas reglas referentes a ayunos y lamentaciones,