3. No salgas de su presencia con demasiada prisa. No tomes parte en asuntos malvados, porque él puede hacer lo que se le antoje.
4. La palabra del rey tiene autoridad final, y nadie puede pedirle cuenta de sus actos.
5. Al que cumple una orden no le pasará nada malo, y el que es sabio entiende cuándo y cómo debe cumplirla.
6. En realidad, hay un momento y un modo de hacer todo lo que se hace, pero el gran problema del hombre
7. es que nunca sabe qué va a suceder ni hay nadie que se lo pueda advertir.