Deuteronomio 28:25-39 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

25. y aplastado por tus enemigos. Avanzarás contra ellos en formación ordenada, pero huirás de ellos en completo desorden y serás motivo de espanto para todos los reinos de la tierra.

26. Las aves y las fieras devorarán tu cadáver sin que nadie las espante.

27. “El Señor te hará sufrir con llagas, como a los egipcios, y con tumores, sarna y tiña, y no podrás curarte de estas enfermedades.

28. También te hará padecer locura, ceguera y confusión,

29. y andarás a tientas, como el ciego en la oscuridad. Nada de lo que hagas te saldrá bien; te verás siempre oprimido y explotado, y nadie vendrá en tu ayuda.

30. Te comprometerás para casarte, pero otro se acostará con tu prometida; te construirás una casa, pero no llegarás a habitarla; plantarás un viñedo, pero no disfrutarás de su fruto;

31. degollarán tu toro delante de ti, pero no comerás de su carne; te quitarán tu asno en tu propia cara, y no te lo devolverán; tus ovejas caerán en manos de tus enemigos, y no habrá quien te ayude a rescatarlas.

32. Ante tus propios ojos, tus hijos y tus hijas serán entregados a gente extranjera. A todas horas querrás volver a verlos, pero nada podrás hacer.

33. Las cosechas de tu tierra y el fruto de todo tu trabajo se lo comerá gente que nunca antes conociste, y sufrirás continuamente opresión y malos tratos.

34. Cuando veas todas estas cosas, te volverás loco.

35. El Señor te hará sufrir con llagas malignas en las rodillas, en los muslos y en todo el cuerpo, sin que puedas ser curado.

36. “El Señor hará que a ti y a tu rey se os lleven a una nación que ni tú ni tus padres conocisteis. Allí tendrás que servir a otros dioses, hechos de madera y de piedra,

37. y serás motivo de horror, de refrán y de burla en todos los pueblos adonde te lleve el Señor.

38. Sembrarás mucha semilla, pero recogerás poco fruto porque la langosta lo devorará.

39. Plantarás viñedos y los cuidarás, pero no beberás su vino ni recogerás sus uvas, porque los gusanos acabarán con todo.

Deuteronomio 28