33. el cual iba delante de vosotros para escoger el lugar donde debíais acampar. De noche os señalaba con fuego el camino que teníais que seguir, y de día os lo señalaba con una nube.
34. “Cuando el Señor oyó vuestras murmuraciones, se enojó mucho e hizo este juramento:
35. ‘Ni una sola persona de esta mala generación verá la buena tierra que prometí dar a vuestros antepasados.
36. Haré una excepción con Caleb, hijo de Jefuné; él sí la verá, y a él y a sus descendientes les daré la tierra donde pongan el pie, por haber seguido con toda fidelidad al Señor.’
37. “Y por culpa vuestra, el Señor se enojó también conmigo y me dijo: ‘Tampoco tú entrarás en esa tierra.
38. En tu lugar entrará tu ayudante Josué, hijo de Nun. Anímale, pues él será quien entregue el país a Israel.
39. Y aunque vosotros creísteis que el enemigo os arrebataría vuestras mujeres y niños, serán esos niños, que todavía no tienen uso de razón, los que entrarán en el país; yo se lo daré en propiedad.
40. En cuanto a vosotros, ¡volved al desierto! ¡Id de nuevo al mar Rojo!’