11. Mil doscientos noventa días pasarán desde el momento en que se suspenda el sacrificio diario y se instale el horrible sacrilegio en el templo del Señor.
12. Feliz aquel que espere confiado hasta que hayan pasado mil trescientos treinta y cinco días.
13. Pero tú, Daniel, camina hacia tu fin y reposa, pues en los últimos días te levantarás para recibir tu recompensa.’ ”