26. Los mismos que él invitaba a comer en su propia mesa le prepararán la ruina, pues su ejército será derrotado y muchísimos de sus soldados morirán.
27. Entonces los dos reyes, pensando solo en hacerse daño, se sentarán a comer a la misma mesa y se dirán mentiras el uno al otro; pero ninguno de los dos logrará su propósito, porque todavía no será el momento.
28. El rey del norte regresará a su país con todas las riquezas capturadas en la guerra, y entonces se pondrá en contra del santo pacto; llevará a cabo sus planes, y después volverá a su tierra.
29. Cuando llegue el momento señalado, lanzará de nuevo sus tropas contra el sur; pero en esta invasión no triunfará como la primera vez.
30. Su ejército será atacado por tropas del oeste traídas en barcos, y dominado por el pánico emprenderá la retirada. Entonces el rey del norte descargará su odio sobre el santo pacto, valiéndose de los que renegaron del pacto para servirle a él.
31. ‘Sus soldados profanarán el templo y las fortificaciones, suspenderán el sacrificio diario e instalarán allí el horrible sacrilegio.
32. El rey tratará de comprar con halagos a los que renieguen del pacto, pero el pueblo que ama a su Dios se mantendrá firme y hará frente a la situación.
33. Los sabios del pueblo instruirán a mucha gente, pero luego los matarán a ellos: los quemarán y les robarán todo lo que tengan, o los harán esclavos en tierras extranjeras. Esto durará algún tiempo.
34. Cuando llegue el momento de las persecuciones, recibirán un poco de ayuda, aunque muchos se unirán a ellos tan solo por propia conveniencia.
35. También serán perseguidos algunos de los que instruían al pueblo, para que, puestos a prueba, sean purificados y perfeccionados hasta que llegue el momento final que ya ha sido señalado.
36. ‘El rey del norte hará todo lo que se le antoje. Será tal su orgullo, que se creerá superior a todos los dioses y dirá terribles ofensas contra el verdadero Dios; y todo le saldrá bien hasta que Dios le envíe su castigo, porque lo que Dios ha de hacer, lo hará.
37. Este rey no tendrá en cuenta a los dioses de sus antepasados, ni a los dioses adorados por las mujeres, ni a ningún otro dios, porque se creerá superior a todos ellos.
38. Sin embargo, adorará al dios de las fortalezas; honrará a este dios que sus antepasados no adoraron y le ofrecerá oro, plata, piedras preciosas y objetos de gran valor.
39. Para defender las fortificaciones se valdrá de gente que adora a un dios extranjero; y a todos los que adoren a este rey, él les hará grandes honores, los pondrá en puestos importantes y les dará tierras como recompensa.
40. ‘Cuando llegue el momento final, el rey del sur atacará al rey del norte, pero este saldrá a su encuentro, y como una tormenta se lanzará contra el sur, inundando todo el país con carros de guerra, tropas de caballería y muchos barcos.