Apocalipsis 21:5-19 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

5. El que estaba sentado en el trono dijo: “Yo hago nuevas todas las cosas.” Y también dijo: “Escribe, porque estas palabras son verdaderas y dignas de confianza.”

6. Después me dijo: “Ya está hecho. Yo soy el alfa y la omega, el principio y el fin. Al que tenga sed le daré a beber gratis del manantial del agua de la vida.

7. El vencedor recibirá todo esto como herencia: yo seré su Dios y él será mi hijo.

8. Pero en cuanto a los cobardes, los incrédulos, los odiosos, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales, los que practican la brujería, los que adoran ídolos, y todos los mentirosos, les tocará en suerte ir al lago de azufre ardiendo, que es la muerte segunda.”

9. Vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete últimas calamidades, y me dijo: “Ven, que te voy a enseñar a la novia, la esposa del Cordero.”

10. En la visión que me hizo ver el Espíritu, el ángel me llevó a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que bajaba del cielo, de la presencia de Dios.

11. La ciudad brillaba con el resplandor de Dios; su brillo parecía el de una piedra preciosa, el de una piedra de jaspe, transparente como el cristal.

12. A su alrededor se alzaba una muralla grande y alta, con doce puertas. En cada una de las puertas había un ángel, y en ellas estaban escritos los nombres de las doce tribus de Israel.

13. Tres puertas daban al este, tres al norte, tres al sur y tres al oeste.

14. La muralla de la ciudad tenía por cimientos doce piedras, en las que estaban escritos los nombres de los doce apóstoles del Cordero.

15. El ángel que hablaba conmigo llevaba una vara de oro para medir la ciudad, sus puertas y su muralla.

16. La ciudad era cuadrada: su largo igual a su ancho. El ángel midió con su vara la ciudad: medía dos mil doscientos kilómetros; su largo, su alto y su ancho eran iguales.

17. Luego midió la muralla: medía sesenta y cinco metros, según las medidas humanas usadas por el ángel.

18. La muralla estaba construida con piedra de jaspe, y la ciudad era de oro puro, como vidrio pulido.

19. Las piedras que cimentaban la muralla estaban adornadas con toda clase de piedras preciosas: la primera con jaspe, la segunda con zafiro, la tercera con ágata, la cuarta con esmeralda,

Apocalipsis 21