38. El rey contestó:–Que venga conmigo Quimham, y haré por él lo que tú creas más conveniente. Y todo lo que me pidas, te lo concederé.
39. Toda la gente cruzó el Jordán. Y cuando el rey lo cruzó, dio a Barzilai un beso de despedida. Entonces Barzilai regresó al lugar en donde vivía.
40. El rey, por su parte, se dirigió a Guilgal, acompañado de Quimham y de toda la gente de Judá, así como de la mitad de la gente de Israel.
41. Todos los israelitas fueron entonces a ver al rey y le preguntaron:–¿Por qué han de ser nuestros hermanos de Judá quienes se adueñen de Su Majestad y quienes escolten a Su Majestad y a la familia real, y a todo su ejército, en el paso del Jordán?