1. Esta será la tercera vez que vaya a visitaros. Todo tendrá que decidirse por el testimonio de dos o tres testigos.
2. A los que antes pecaron, y a todos los demás, ahora que estoy lejos les repito la advertencia que les hice personalmente en mi segunda visita: si voy de nuevo a visitaros, no andaré con rodeos,
3. ya que estáis buscando una prueba de que Cristo habla por mí. Y Cristo no es débil en su trato con vosotros, sino que muestra su fuerza entre vosotros.
4. Es cierto que fue crucificado como débil, pero vive por el poder de Dios. De la misma manera, nosotros participamos de su debilidad; pero unidos a él, y por el poder de Dios, viviremos para serviros.
5. Examinaos a vosotros mismos y ved si estáis firmes en la fe. Poneos a prueba. ¿No os dais cuenta de que Jesucristo está en vosotros? ¡A menos que hayáis fracasado en la prueba!
6. Confío, sin embargo, en que reconoceréis que nosotros no hemos fracasado.
7. Y oramos a Dios para que no hagáis nada malo; no para demostrar que nosotros hemos pasado la prueba, sino simplemente para que hagáis el bien, aunque parezca que nosotros hemos fracasado.