4-5. Cuando David, en el desierto, supo que Nabal se encontraba en Carmel trasquilando sus ovejas, envió a diez de sus criados con la orden de saludar a Nabal de su parte
37. A la mañana siguiente, cuando ya se le había pasado la borrachera a Nabal, Abigail le explicó claramente lo ocurrido, y Nabal sufrió un ataque repentino que le dejó paralizado.
38. Diez días después, el Señor le hirió de nuevo, y Nabal murió.
39. Cuando David supo que Nabal había muerto, dijo:–¡Bendito sea el Señor, que me ha vengado de la ofensa que me hizo Nabal! ¡Me ha librado de hacer lo malo, y ha hecho recaer la maldad de Nabal sobre el propio Nabal!Después David envió a Abigail una proposición de matrimonio.
40. Y cuando los criados de David llegaron a Carmel para hablar con ella, le dijeron:–David nos ha enviado a buscarte, porque quiere hacerte su esposa.
41. Abigail, inclinándose hasta el suelo en actitud de reverencia, contestó:–Yo soy una simple servidora de David, dispuesta a lavar los pies de sus esclavos, si él así me lo ordena.
42. Dicho esto, se preparó rápidamente, y acompañada por cinco criadas y montada en un asno, se puso en camino tras los enviados de David, y se casó con él.
43. David se casó también con Ahinóam de Jezreel, y las dos fueron sus mujeres.