1 Samuel 25:20-29 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

20. Abigail montó en un asno y, a escondidas, comenzó a bajar del monte. De pronto vio que David y sus hombres venían a su encuentro, y fue a recibirlos.

21. David venía pensando que en vano había protegido todo lo que Nabal tenía en el desierto, sin quitarle nada de su propiedad, pues él le había pagado mal por bien.

22. Así que juró: “¡Que Dios me castigue con dureza si de aquí a mañana no acabo con todos sus parientes varones!”

23. En cuanto Abigail vio a David, bajó del asno y se inclinó hasta el suelo en señal de respeto.

24. Luego se echó a sus pies y le dijo:–¡Que la culpa, mi señor, recaiga sobre mí! Yo te ruego que me permitas hablarte y que escuches mis razones.

25. No hagas caso de Nabal, ese hombre grosero, porque él, haciendo honor a su nombre, es realmente un estúpido. Siempre actúa con estupidez. Yo, tu servidora, no vi a los criados que enviaste.

26. Sin embargo, con toda seguridad, el Señor no ha permitido que tú vengas a derramar sangre y a tomarte la justicia por tu mano. ¡Quiera el Señor que todos tus enemigos y todos los que procuran hacerte daño corran la misma suerte que Nabal!

27. Y ahora te ruego que estos regalos que te he traído sean repartidos entre los criados que te acompañan,

28. y que perdones a esta tu servidora. Ciertamente el Señor va a mantenerte en el poder, a ti y a tu dinastía, ya que tú luchas por la causa del Señor; y en toda tu vida no sufrirás ningún mal.

29. Si alguien te persigue e intenta matarte, tu vida estará segura bajo la protección del Señor tu Dios. En cuanto a tus enemigos, el Señor los arrojará como quien arroja piedras con una honda.

1 Samuel 25