19. Pero al tercer día se notará aún más tu ausencia. Por tanto, vete al sitio donde te escondiste la vez pasada, y colócate junto a aquel montón de piedras.
20. Yo lanzaré tres flechas hacia aquel lado, como si estuviera tirando al blanco,
21. y diré a mi criado: ‘Ve a buscar las flechas.’ Si le digo: ‘Las flechas están más acá de ti; anda, cógelas’, podrás salir tranquilo, porque nada te va a pasar. Te lo juro por el Señor.
22. Pero si le digo: ‘Las flechas están más allá’, vete, porque el Señor quiere que te vayas.
23. En cuanto a la promesa que nos hemos hecho, el Señor es nuestro testigo para siempre.
24. David se escondió en el campo, y cuando llegó la fiesta de la luna nueva, el rey se sentó a la mesa para comer.