15. Porque si no le obedecéis, sino que rechazáis sus mandatos, él os castigará a vosotros y a vuestro rey.
16. “Así que no os mováis de donde estáis, y veréis la grandiosa señal que el Señor va a realizar ante vuestros ojos.
17. Ahora que es el tiempo de la siega del trigo, no llueve, ¿verdad? Pues yo clamaré al Señor y él mandará truenos y lluvia, para que reconozcáis y comprendáis que, tal como lo ve el Señor, habéis hecho muy mal en pedir un rey.”
18. En seguida Samuel clamó al Señor, y al instante él mandó truenos y lluvia; entonces todo el pueblo se llenó de miedo del Señor y de Samuel.
19. Por eso, todos dijeron a Samuel:–Ruega al Señor tu Dios por estos siervos tuyos, para que no muramos; porque a todos nuestros pecados hemos añadido el de pedir un rey.
20. Samuel les contestó:–No tengáis miedo. Es cierto que habéis hecho muy mal; pero ahora no os apartéis del Señor, sino rendidle culto de todo corazón.
21. No sigáis a dioses falsos, que no pueden ayudar ni salvar, porque son falsos.
22. Pues el Señor, haciendo honor a su nombre, no os abandonará, porque quiere que seáis su pueblo.
23. En cuanto a mí, que el Señor me libre de pecar contra él dejando de rogar por vosotros. Antes bien, os enseñaré a comportaros de manera buena y recta.
24. Vosotros solo tenéis que respetar al Señor y rendirle culto con verdad y de todo corazón, teniendo en cuenta lo mucho que él ha hecho por vosotros.
25. Pero si os empeñáis en hacer lo malo, tanto vosotros como vuestro rey seréis destruidos.