15. Al contrario, vivid de una manera completamente santa, porque Dios, que os llamó, es santo;
16. pues la Escritura dice: “Sed santos, porque yo soy santo.”
17. Si llamáis “Padre” a Dios, que juzga a cada cual según sus hechos y sin hacer diferencia entre unas personas y otras, debéis mostrarle reverencia durante todo el tiempo que viváis en este mundo.
18. Pues Dios os ha rescatado de la vida sin sentido que heredasteis de vuestros antepasados; y sabéis muy bien que el costo de este rescate no se pagó con bienes corruptibles, como el oro o la plata,
19. sino con la sangre preciosa de Cristo, ofrecido en sacrificio como un cordero sin defecto ni mancha.