Zacarías 14:9-21 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

9. Ese día reinará el Señor en toda la tierra. El Señor será el único, y único será también su nombre.

10. Todo el país quedará convertido en una llanura, desde Gueba hasta Rimón, al sur de Jerusalén. Jerusalén estará en alto, y será habitada en ese lugar, desde la puerta de Benjamín hasta la puerta del Ángulo (donde antes estuvo la puerta Antigua) y desde la torre de Hananel hasta las prensas de aceite del rey.

11. Sí, Jerusalén será habitada y no volverá a ser destruida. Sus habitantes vivirán seguros.

12. Pero a las naciones que hayan luchado contra Jerusalén, el Señor las castigará duramente. A sus gentes se les pudrirá la carne en vida, y se les pudrirán los ojos en sus cuencas y la lengua en la boca.

13. Ese día el Señor los llenará de espanto. Cada cual agarrará de la mano a su compañero, y levantarán la mano unos contra otros.

14. Entonces luchará también Judá en Jerusalén, y arrebatarán a las naciones vecinas abundantes riquezas de plata, oro y ropas.

15. El mismo castigo que ha de caer sobre la gente, caerá también sobre los caballos, los mulos, los camellos, los asnos y todas las bestias que los enemigos tengan en sus campamentos.

16. Después de esto, los sobrevivientes de los mismos pueblos que lucharon contra Jerusalén irán año tras año a adorar al Rey, el Señor todopoderoso, y a celebrar la fiesta de las Enramadas.

17. Y si alguna de las naciones de la tierra no va a Jerusalén a adorar al Rey, el Señor todopoderoso, la lluvia no caerá en sus tierras.

18. Y si los egipcios no van, el Señor los castigará, del mismo modo que a cualquier otra nación que no vaya a celebrar la fiesta de las Enramadas.

19. Ese será el castigo de Egipto y de todas las naciones que no vayan a celebrar la fiesta de las Enramadas.

20. Aquel día, hasta los cascabeles de los caballos llevarán la inscripción “Consagrado al Señor”. Y los calderos del templo serán entonces tan sagrados como los tazones que están delante del altar.

21. Todos los calderos, en Jerusalén y en Judá, estarán consagrados al Señor todopoderoso. Quienes vayan a hacer un sacrificio los usarán para cocer en ellos la carne de los animales ofrecidos. Aquel día ya no habrá más comerciantes en el templo del Señor todopoderoso.

Zacarías 14