1. Yo, Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, saludo a las doce tribus de Israel esparcidas por todo el mundo.
2. Hermanos míos, debéis teneros por muy dichosos cuando os veáis sometidos a cualquier clase de pruebas.
3. Pues ya sabéis que cuando vuestra fe es puesta a prueba, aprendéis a soportar con fortaleza el sufrimiento.