1. Como creyente que soy en Cristo, digo la verdad, no miento. Además, mi conciencia, guiada por el Espíritu Santo, me asegura que esto es verdad:
10. Pero eso no es todo. Los dos hijos de Rebeca lo fueron de un mismo padre, nuestro antepasado Isaac,
11-13. y antes que ellos nacieran, cuando aún no habían hecho nada ni bueno ni malo, Dios anunció a Rebeca: “El mayor será siervo del menor.” Lo cual también está de acuerdo con la Escritura que dice: “Amé a Jacob y aborrecí a Esaú.” Así quedó confirmado el derecho que Dios tiene de escoger, de acuerdo con su propósito, a los que quiere llamar, sin tener en cuenta lo que hayan hecho.