Romanos 7:8-13 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

8. Pero el pecado, valiéndose del propio mandamiento, despertó en mí toda clase de malos deseos; pues mientras no hay ley, el pecado es cosa muerta.

9. Hubo un tiempo en que, sin la ley, yo tenía vida; pero cuando vino el mandamiento cobró vida el pecado,

10. y yo morí. Así resultó que aquel mandamiento que debía darme la vida me llevó a la muerte,

11. porque el pecado, aprovechándose del mandamiento, me engañó, y con el mismo mandamiento me dio la muerte.

12. En resumen, la ley en sí misma es santa, y el mandamiento es santo, justo y bueno.

13. Pero entonces, ¿esto que es bueno habrá de llevarme a la muerte? ¡De ninguna manera! Lo que pasa es que el pecado, para demostrar que verdaderamente es pecado, me causó la muerte valiéndose de lo bueno. Y así, por medio del mandamiento, quedó demostrado lo terriblemente malo que es el pecado.

Romanos 7