Mateo 27:19-38 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

19. Mientras Pilato estaba sentado en el tribunal, su esposa mandó a decirle:–No te metas con ese hombre justo, porque anoche tuve un sueño horrible por causa suya.

20. Pero los jefes de los sacerdotes y los ancianos convencieron a la multitud para que pidiera la libertad de Barrabás y la muerte de Jesús.

21. El gobernador repitió la pregunta:–¿A cuál de los dos queréis que os ponga en libertad?Ellos dijeron:–¡A Barrabás!

22. Preguntó Pilato:–¿Y qué haré con Jesús, a quien llaman el Mesías?–¡Crucifícalo! –contestaron todos.

23. Pilato les dijo:–Pues ¿qué mal ha hecho?Pero ellos volvieron a gritar:–¡Crucifícalo!

24. Cuando Pilato vio que no conseguía nada, sino que el alboroto era cada vez mayor, mandó traer agua y se lavó las manos delante de todos, diciendo:–Yo no soy responsable de la muerte de este hombre. Es cosa vuestra.

25. Toda la gente contestó:–¡Nosotros y nuestros hijos nos hacemos responsables de su muerte!

26. Entonces Pilato puso en libertad a Barrabás; luego mandó azotar a Jesús y lo entregó para que lo crucificaran.

27. Los soldados del gobernador llevaron a Jesús al palacio, y reunieron toda la tropa a su alrededor.

28. Le quitaron la ropa, le vistieron con una capa roja

29. y le pusieron en la cabeza una corona hecha de espinas y una vara en la mano derecha. Luego, arrodillándose delante de él y burlándose, le decían:–¡Viva el Rey de los judíos!

30. También le escupían, y con la misma vara le golpeaban la cabeza.

31. Después de burlarse así de él, le quitaron la capa roja, le pusieron su ropa y se lo llevaron para crucificarlo.

32. Al salir de allí encontraron a un hombre llamado Simón, natural de Cirene, a quien obligaron a cargar con la cruz de Jesús.

33. Llegaron a un sitio llamado Gólgota (es decir, “Lugar de la Calavera”)

34. y le dieron a beber vino mezclado con hiel; pero Jesús, después de probarlo, no lo quiso beber.

35. Cuando ya lo habían crucificado, los soldados echaron suertes para repartirse la ropa de Jesús.

36. Luego se sentaron allí a vigilar.

37. Por encima de la cabeza de Jesús pusieron un letrero, en el que estaba escrita la causa de su condena: “Este es Jesús, el Rey de los judíos.”

38. También fueron crucificados con él dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda.

Mateo 27