Levítico 25:8-23 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

8. “Contaréis siete semanas de años, es decir, siete años multiplicados por siete, lo cual dará un total de cuarenta y nueve años,

9. y el día diez del mes séptimo, que es el Día del perdón, haréis sonar el cuerno de carnero en todo el país.

10. El año cincuenta lo declararéis año santo: será un año de liberación, y en él anunciaréis libertad para todos los habitantes del país. Todo hombre volverá al seno de su familia y a la posesión de sus tierras.

11. El año cincuenta será para vosotros año de liberación, y en él no sembraréis, ni segaréis el trigo que nazca por sí mismo, ni podaréis los viñedos ni recogeréis sus uvas,

12. porque será un año santo y de liberación para vosotros. Comeréis solo lo que la tierra produzca por sí misma.

13. “En ese año de liberación, todos volveréis a tomar posesión de vuestras tierras.

14. Si alguien vende o compra a otra persona algún terreno, no trate de aprovecharse de ella;

15. el que compra, debe pagar según el tiempo transcurrido desde el año de liberación; y el que vende, debe cobrar según los años de cosecha que aún falten:

16. cuantos más años de cosecha falten, más alto será el precio; si quedan pocos años, el precio será más bajo, pues lo que se vende es el número de cosechas.

17. “No abuse nadie de nadie. Sed reverentes con vuestro Dios, pues yo soy el Señor vuestro Dios.

18. Cumplid mis leyes, poned en práctica mis decretos. Cumplidlos y viviréis tranquilos en el país;

19. la tierra dará frutos, viviréis tranquilamente en ella y comeréis de sus frutos hasta quedar satisfechos.

20. “Tal vez os preguntéis: ‘¿Y qué comeremos durante el séptimo año, si no podemos sembrar ni recoger la cosecha?’

21. Pues bien, yo os enviaré mi bendición durante el sexto año, y la cosecha será suficiente para tres años;

22. así comeréis del grano almacenado mientras sembráis de nuevo en el año octavo, y aun hasta el año noveno podréis comer del grano almacenado, mientras llega la cosecha.

23. “La tierra no debe venderse a perpetuidad: la tierra es mía, y vosotros solo estáis de paso por ella como huéspedes míos.

Levítico 25