33. Por la mañana, al salir el sol, ataca la ciudad, y cuando Gáal y su gente salgan a pelear contigo, haz con él lo que creas más conveniente.”
34. Así pues, Abimélec y toda su gente salieron de noche y se escondieron alrededor de Siquem, repartidos en cuatro grupos.
35. Cuando Gáal salió a la puerta de la ciudad, Abimélec y su gente salieron de sus escondites.
36. Al verlos, Gáal dijo a Zebul:–¡Mira, de los cerros está bajando un ejército!–No –le contestó Zebul–. Solo son las sombras de los cerros, que a ti te parecen gente.